Las manifestaciones sintomáticas y las características de la cistitis en los hombres adultos suelen estar determinadas por el agrandamiento de la próstata que se produce en gran parte de los adultos mayores de 50 años. Los primeros síntomas por los que se puede identificar una infección urinaria en pacientes masculinos son el deseo muy frecuente de orinar, la pérdida del control del esfínter urinario y la sensación de tener la vejiga llena incluso después de haberla vaciado. En los casos de infección urinaria masculina que están asociados a prostatitis puede haber una inflamación de la próstata de tipo crónico, generando un mayor malestar que en la infección urinaria común.
Los casos de cistitis en los hombres que presentan algún tipo de complicación y llegan a pielonefritis pueden incluir síntomas adicionales como dolor de espalda, escalofríos y dolor de estómago (en algunos casos se combinan con náuseas y vómitos).
El diagnóstico más eficiente de cistitis en los hombres es el urocultivo. En un urocultivo se recolectan distintas orinas del día para evaluar la presencia de bacterias y agentes nocivos. Un tratamiento tradicional para combatir esta enfermedad de las vías urinarias incluye la administración de medicamentos y la evaluación de algunos órganos del cuerpo asociados a las vías urinarias. De esta manera se le pueden solicitar al paciente radiografías o ecografías de los riñones para localizar posibles cálculos renales.
Existen diferentes medidas que se pueden tomar para prevenir la cistitis en los hombres. Es importante beber agua suficiente (hay que orinar con color claro no menos de 8-10 veces al día), hacerse exámenes de próstata anuales después de los 45 años, hacer chequeos renales y tener hábitos de higiene personal adecuados. Siguiendo estos consejos es poco probable que no consiga una recuperación rápida y eficiente si llega a desarrollar una infección en las vías urinarias.